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15 de septiembre de 2013

{Semana 37/52}

Marta - Tic, tac, ¡felicidades!


Esta semana, mi hija pequeña cumplió 8 años. Es tan apasionada, que el día anterior se movió por toda la casa sin separarse de un reloj, descontando las horas que quedaban para que llegara el día siguiente. Todos cumplimos años, pero no todos nos bebemos la vida con esa pasión, por eso hoy elijo esta imagen en lugar de la de las velas que es la que podría haber escogido. Me dio tanta ternura ver el reloj colocado junto a sus fichas de rummi mientras jugábamos. Esperó su cumple con ansia, lo vivió con ilusión y lloró amargamente porque se terminaba el día.
La llegada de mi hija a mi vida, estos 8 años junto a ella, han sido un revulsivo, una inyección, una puesta a prueba diaria, porque esa pasión que aplica a la ilusión la aplica a todo: se enfada airadamente, llora desconsoladamente, razona aplastantemente, juega con entrega, cuestiona sin descanso.
Aparte de quererla infinitamente por el hecho de ser su madre y todo lo que eso supone, me identifico con ella en esta forma de vivir la vida. A veces me tienta advertirle que a veces se pasa tan mal, que cuando eres así y estás triste lo estás arrebatadoramente, que cada decepción es un pinchazo que cuesta mucho reparar, que pasado el tiempo ves que te has dejado el alma en cosas que no la valían; pero  nunca lo haré, porque también sé que por ser así vivirá intensamente momentos que para otros pasarían desapercibidos, se acostará muchas noches con el eco de su propia risa en los oídos, soñará imposibles y algunos los hará realidad,  amará con grandeza y vivirá creativamente.
Quiero acompañarla en todo esto, como lo he hecho estos 8 años –alternando entre el amor desbocado y una desesperación impotente a veces- muchos años más, para que si necesita llorar, yo esté; y cuando quiera reír, poder reír con ella.
Felicidades, Eva, muchas, grandes y pequeñas, que no te falten felicidades.


Cachi - Adiós y Hola.



Ellas me anuncian el calor y cuando guardar la ropa de lana. Se cuando va a llover porque se acercan peligrosamente al suelo en vuelo rasante. Me despiertan con sus gorjeos por la mañana y me embelesa verlas bajar hasta la superficie del agua para coger agua con el pico.

Cuando las golondrinas están aquí, el aire huele a cálido, a verano, a vida.

Pero esta semana veo como todo eso se acaba. Igual que me traéis la alegría del calorcito, me anunciáis que llega el frío. Que es el momento de empezar el cole, de abrigarse y de volver a soñar con que llegue pronto la primavera y vuelva a esperar a oír un solo trino vuestro para sentir que todo empieza de nuevo.

Esta semana se han reunido millones de ellas y han desparecido. Así. Tal como llegaron, de repente.
Adiós verano. Hola otoño.


Silvia - Vuelta al cole


Esta semana toca vuelta al cole, nada original, lo se. Nuestro segundo año de cole, alegria y risas al ver a sus amigas pero también mucho sueño después de tanto tiempo sin madrugar. Será un curso especial, claro que si. Empezaremos a leer y quizá a escribir. Siempre descubriendo algo nuevo en nuestros hijos, me pregunto, a veces, como será su letra, su entonación al leer, como hace algún tiempo me pregunté como serían sus primeros pasos o cuales serían sus primeras palabras. Y volvemos a nuestra infancia, recordando cosas hasta ahora quizá dormidas en nuestra memoria. Mi prescolar ahora llamado educación infantil, mi profe, mis primeros libros, y aunque hayan pasado tantos años, lo esencial de la vida no ha cambiado tanto.


Charo - Los Babis

Ya estamos casi instaurados en la rutina del cole, y digo casi, porque en Septiembre Ramón todavía no tiene la jornada completa, con lo que ello conlleva: las carreras de última hora de la mañana para poder recogerle a las 2 de la tarde cuando termina de  comer.

Septiembre es un mes que no me termina de convencer, ni es verano, ni es otoño, aún hay vacaciones, el cole a medio gas, la piscina abierta, un calor que te mueres en Madrid y un frío que pela en Palencia. Ni fu, ni fa. Deseando estoy de que llegue el mes de Octubre y todo sea más fácil para todos..

Pero ya sea Septiembre, Enero, primavera o invierno, hay una rutina que está establecida desde la primera semana de cole: lavar los babis el fin de semana. Y aquí está el babi de Ramón, ya de segundo curso de infantil, y el recién estrenadito por Gadea (que venía relimpio), y es que mi niña no desperdicia ni una sola miga de pan. Da gusto ver los babis tan nuevos al principio... con la cantidad de botones perdidos o manchas imborrables que irán acumulando; pero lo mejor de todo, y que toda madre sabe: son una estupenda "medida" para ver cuánto han crecido en un curso. A ver cómo llegan a Junio...


Ene - Abadiño Western



Este fin de semana han llegado los indios y vaqueros a Abadiño, han sido fiestas y el tema ha sido el Lejano Oeste... y en estas me he encontrado a una pequeña india que me amenazaba con un tirachinas.... no daba mucho miedo porque si os fijáis tiraba con el tirachinas al revés!!! jajaja!!!  Nos lo pasamos en grande aunque hemos llegado al domingo MUERTOS

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